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Zombilianos- capitulo 3

Ya habían pasado cinco horas desde que logramos escapar con vida del manicomio repleto e infectados de zombis, en un modesto coche de lujo que después de haber atravesado a la horda estaba todo daño y destrozado en el frente, lo que era un verdadero desperdicio desde mi punto de vista como amante de los vehículos, me sentía agotado y aunque la razón del por que fui catalogado como lunático era mi absoluta creencia en la llegada de los no-muertos, no podía evitar el pensar que se trataba de una broma ya que en realidad en el fondo de mi ser como escritor del género, nunca imagine que en verdad sucedería, era miedo lo yo sentía, ante el simple hecho de pensar que lo que yo mismo escribí sobre el holocausto zombi se haría realidad y lo que era peor que podría llegar a superar incluso a la ficción, era difícil el creerlo pero estaba sucediendo, el posible final de la humanidad.
- No me lo puedo creer - decía Gabriel el ex- guardia de seguridad del manicomio desde donde con suerte sólo cinco de los cerca de doscientos pacientes lograron escapar - ¡esas cosas no eran humanas! - daba por hecho algo que todos sabíamos
- Afortunadamente logramos escapar- contestó el director mirándolo por el espejo retrovisor mientras me daba indicaciones de hacia donde ir
- ¿Que vamos a hacer? - dijo estela mirando inconscientemente hacia atrás para verificar que nada nos persiguiera
- No te preocupes- dijo Samuel al ver esta actitud de parte de ella- dudó que nos puedan alcanzar a esta velocidad
- ¿Viste a esas cosas correr verdad?- respondió ella en tono de pregunta- Nunca había visto a una persona correr así
- Eso es verdad- dijo Gabriel- vi como una de las enfermeras a las que conocía venía detrás nuestros a gran velocidad y ella tenía las piernas malas - agregó sudando
- Son mucho más fuertes de lo que imagine - conteste sin desviar mi mirada del camino mientras seguía las instrucciones del director - sabía que cuando el cuerpo moría tendría una fuerza bestial producto de que el cerebro lo dejaría de limitar, pero esto va más allá de lo que pensé - indique bastante preocupado generando un silencio incómodo entre todos
- ¿Hacia donde vamos?- preguntó Samuel rompiéndolo
- No lo se - conteste inmediatamente mirando de reojo al director quien era él que me guiaba
- Nos dirigimos a la base militar Scott ubicada cerca de la capital - respondió sin desviar la mirada del frente mientras me daba indicaciones- ese lugar fue el que me pidió que tratara al paciente- agregó
- ¿Cree acaso que ellos nos podrán ayudar?- dijo Samuel riéndose - si ni siquiera sabían a lo que se enfrentaban cuando enviaron a sus soldados a oriente medio- agregó
- Ninguna persona lo habría podido imaginar - contestó el directo mirándome para dar a entender que yo tenía razón - pero al menos podremos avisar a la población del lugar y evitar que la epidemia se expanda aún más
- Si la horda llega a atacar a la ciudad capital ya nada la podrá frenar- dijo estela sin quitar su mirada de la retaguardia del camino - tenemos que avisar a los militares - agregó
- De seguro ellos lo podrán parar - dijo el ex guardia de seguridad - son la fuerza militar más fuerte de todo el continente- agregó
- Se nota que nunca has visto una película de terror cuando la armada es pulverizada por la horda - dijo Samuel en tono irónico aunque desde mi punto de vista tenía razón
- Estoy intentando calmar a estela - contestó Gabriel mirándola con atención esperando su apoyo
- No es necesario- contestó ella - se perfectamente lo que pasara - agregó
- No perdemos nada con intentarlo - dijo el director - la infección inició en el manicomio con sólo unos doscientos afectados y la base militar Scott tiene armamento necesario como para mantener una guerra por doce semana , si tenemos suerte podremos frenarla- agregó dándome indicaciones de entrar a la gran ciudad, un verdadero monumento de la edad moderna
- ¡Date prisa!- dijo Samuel al verla - la base esta justo al medio de la capital- indicó lo que me hizo recordar que antiguamente era un militar y supuse que alguna vez estuvo allí
- ¡Si señor! - dije en tono militar mientras apretaba el acelerador cuando repentinamente algo vino corriendo detrás del vehículo y se apoyo en la ventana ubicada a mi lado generando temor en casi todos en el auto quienes pensamos que se trataba de un zombi que nos había alcanzado, aunque afortunadamente se trataba de un niño no mayor de quince años de edad quien sonriendo nos ofrecía limpiarnos el parabrisas a lo que yo conteste tranquilizado que no y seguí avanzando en dirección a la base militar
- ¿No deberíamos de advertirle a la población? - dijo Gabriel mientras miraba al niño que se acercaba a otros vehículos ofreciendo el mismo servicio
- Dejemos que los militares se lo diga - conteste frenando delante de un gran portón, cinco minutos después donde un soldado nos hizo parar - si nosotros se los decimos nos tomaran como locos - indique mientras observaba al director
- ¿Quienes son? - preguntó el uniformado acercándose a la ventana
- Venimos del manicomio Santa Teresa - contestó el director - me llamó Maicol North y soy el director general del lugar - agregó
- ¿y en que los puedo ayudar?- consultó el soldado quien miraba extrañado a Samuel con la chaqueta de fuerza puesta mientras dormía
- Vengó a ver al general Miguel Ritz por un asunto de suma urgencia -respondió a lo que el soldado entró a su cabina de vigilancia y tomó un teléfono
- El general no puede atender a ninguna persona- contestó el vigilante intentando librarse de nosotros
- Dígale que el favor que nos pidió se salió de control - grite yo a lo que inmediatamente el soldado lo comunicó por el aparato y en unos segundos nos dejo entrar
- El coronel Ramos los espera en el patio central- indicó con su mano - el los llevará donde el general - agregó dando un saludo militar que yo supuse iba dirigido a Samuel quien parecía estar dormido mientras atravesábamos la entrada del lugar
- Ya puedes despertar - le dijo estela mientras lo miraba - deja de fingir - agregó
- Veo que te diste cuenta mi amor - río Samuel abriendo los ojos
- No me digas así- contestó estela amenazándolo con un cuchillo a lo que Samuel únicamente sonrió
- ¿Conocías a ese soldado? - preguntó Gabriel al ver la extraña situación
- Fue un cadete mío durante su formación - contestó el con cierto tono de orgullo - aunque veo que ahora es un sargento- agregó
- Antes de que matarás a tu pelotón- indicó el director North intentando despertar el enojo de Samuel quien ni siquiera le prestó atención
- ¿Dijo en el patio central?- consulte yo a mis compañeros de viaje quienes parecían molestos
- Si- dijo Gabriel quien era el único que parecía relativamente feliz - dijo que el coronel Ramos nos guiaría donde el general - agregó
- Seguramente será alguno de esos soldados - indicó estela apuntando con su mirada a un pelotón que esta trotando
- Una consulta señor - grite acercando el coche a la muchedumbre
- Alto - dijo un hombre que iba trotando alrededor del terreno seguido por una hilera de soldados que parecían agitados - descansen - ordenó, lo que me hizo pensar que el era el militar al que buscábamos - dígame señor - contestó el con tono fuerte
- ¿Es usted el coronel Ramos? - pregunte
- Si señor - contestó nuevamente con la misma voz - ¿son las personas que buscan al general verdad?- preguntó mientras tomaba aire y se secaba el sudor con una toalla que llevaba en el cuello
- Así es- conteste yo - nos dijeron que usted nos podría llevar con el - agregue
- Si señor - contestó el general enderezándose - yo los guiaré - indicó comenzando a trotar una ves más en dirección a una especie de extensiones de carpas de metal que servirían como habitaciones para los cadetes - síganme- indicó mientras ordenaba a sus reclutas que siguieran el trote mientras el no estaba
- ¿No quiere subir? - pregunte yo al ver lo cansado que estaba
- No señor - contestó el sin detenerse o disminuir su velocidad - les dije a mis reclutas que siguieran entrenando - decía mientras retomaba una bocanada de aire - lo mínimo que puedo hacer como su superior es dar el ejemplo - agregó, palabras que en verdad me sorprendieron puesto que las mantuvo unos setecientos metros hasta llegar a la mejor edificación de todo el lugar un edificio de cinco pisos protegido por dos guardias uniformados armados que nos miraban extrañados - el general esta en el quinto piso - indicó el coronel retomando el aliento- el guardia los guiará hasta el- agrego despidiéndose para volver de la misma forma en la que vino con su pelotón.
A los pocos minutos de llegar al lugar fuimos guiados por uno de los uniformados hasta el quinto piso donde se suponía nos recibiría el general Miguel Ritz quien nos hizo esperar varios minutos en un salón sentados en una sillas antes de dignarse a aparecer y con una boba sonrisa decir
- Perdonen la demora señores
- No se disculpe - contestó North quien claramente estaba molesto por la manera en que revolvía una taza de café que le habían servido
- ¿Y en que los puedo ayudar?- preguntó haciéndose el desconocido
- Son esas malditas cosas que trajo de oriente - contesto Samuel con ira- se salieron de control e infectaron al recinto psiquiátrico en menos de media hora y que ahora vienen hacia este lugar - agregó
- ¿A quien cree que le esta hablando?- dijo el general Ritz respondiendo con el mismo tono
- Usted perdónelo mi general, sólo es un paciente que consiguió escapar - dijo el director North intentando calmar la situación
- Dígale a este loco que cierre la boca - contestó Ritz mirando a Samuel detenidamente a los ojos mientras reía sarcásticamente - ¿se trata del asesino del fuerte Brown? - preguntó repentinamente
- Así es señor - contestó el director inconscientemente
- Sabía que lo había visto antes - dijo con desagrado- llévense a este asesino - ordenó a los guardias quienes se acercaban por lentamente a Samuel
- Espere por favor - grite yo al ver la situación, para impedir que se lo llevaran - el dice la verdad- agregue
- ¿quién es usted?- preguntó Ritz viéndome como un bicho raro - que piensa que me voy a creer que una simple infección que produce alucinaciones pudo devastar a todo un hospital - agregó burlonamente
- Me llamó Taylor Gram- conteste tranquilamente ante su simple pregunta- soy escritor de novelas de terror y uno de los mayores expertos en biología del mundo - agregue con orgullo y aunque se que es algo que tendría que haber dicho al comienzo de mi relato, quería que comprendieran la importancia de mi trabajo puesto que antes de escribir mi libro " supervivencia " yo me ganaba la vida como un respectado biólogo que ganó un premio nobel por su teoría " la evolución de virus y bacterias" la que más tarde usaría como centro de mis historias apocalípticas.
- Y según usted profesor Gram- me decía con sarcasmo simulando cierto respeto para burlarse de mí - ¿de qué se trata este supuesto virus zombi?- preguntaba
- No se lo puedo asegurar- reconocí irritado al percatarme de su tono de voz - pero por la manera en la que se propaga se trata de una bacteria- conteste
- Me llegaron informe desde Pakistán sobre la supuesta "bacteria" - decía aún con sarcasmo - y tengo entendido que se trata sólo de una pequeña infección que ha provocado unos cuantos problemas a nuestros compatriotas en esa tierra pero no se trata algo que no se pueda controlar- agregó mientras bebía un vaso con agua para darme a entender que mi opinión no le importaba absolutamente para nada
- Me llegó un informe del almirante Bartolomé de que oriente medio esta siendo devastado por esas cosas - indicó el director North contradiciendo lo que decía el general
- Seguramente se trataba de una broma- contestó el general riendo - a nosotros nos enviaron algo parecido sobre una supuesta invasión zombi lo que me pareció bastante ridículo - agregó
- ¿Usted lo sabía?- preguntó Estela
- Desde luego- contesto riendo bobamente - incluso nos dieron instrucciones de ir al manicomio de ustedes y matar sin piedad al paciente que les enviamos para evitar la supuesta epidemia - decía cambiando repentinamente su tono de voz a uno más grave - lo que para mi fue sólo una burla del mando superior y el almirante Bartolomé - agregaba
- Idiota - grito Samuel al oírlo - Bartolomé nunca bromearía sobre algo así -indicó acercándose al general para que lo pudiera escuchar con claridad mientras lo regañaba - si usted lo hubiera obedecido esto jamás habría pasado
- Se de su historia con el almirante Bartolomé - contestó el general Ritz al oírlo - el fue su superior en jefe durante siete años cuando usted sirvió en el fuerte Brown y si no mal recuerdo eran bastante unidos- reía - hasta que el muy idiota lo recomendó a usted para el cargo de coronel y sucedió la masacre pobre imbécil - decía provocando la ira de Samuel quien se abalanzó en contra del general olvidándose completamente del chaleco de fuerza que llevaba puesto lo que facilitó en gran medida que el general lo pudiera someter con tan sólo una mano mientras le decía - me dio mucha pena cuando el almirante Bartolomé defendía tu inocencia aún cuando las pruebas estaban en tu contra
- Déjame ir - gritaba Samuel desde el suelo
- Claro que si - contestó el general tomándolo del cabello para levantarlo mientras llamaba a los guardias de seguridad para que se lo llevaran
- Espere por favor - grite inmediatamente al ver que nos estábamos desviando de lo verdaderamente importante - no podemos perder más tiempo tenemos que avisar a la población
- No se muevan- dijo el general a los dos guardias que jalaban a Samuel en dirección a la celda de la base, lo que me hizo pensar que tal ves había entrado en razón - llévense también al señor Gram- término diciendo.

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