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Zombilianos- capitulo 4


Eran las 7:30 de la tarde y el sol de invierno se dejaba caer rápidamente sobre el horizonte, la celda donde me encontraba era iluminada por un leve rayo de luz que entraba por una pequeña ventana, por la que desesperadamente  le gritaba al guardia para que me dejara hablar una vez más con el general para advertirle de la inminente catástrofe que se aproximaba
-              ¡¡¡Déjenme salir!!!- gritaba con todo mi aliento casi suplicandole al soldado allí presente quien ni siquiera me prestaba atencion
- ¡¡¡por favor...!!! - volvía a decir por novena o décima vez casi suplicándole
-              Es inútil no te va a escuchar - me dijo Samuel quien estaba recostado tranquilamente sobre un montón de trapos acumulados que servían como cama - será mejor que tomes asiento y esperes, si tenemos suerte tal vez Estela, el director y el guardia de seguridad puedan convencer a ese terco general- agregó
-              No lo creó - dije tomando asiento al lado suyo sin quitarle los ojos de encima- si no hacemos algo la horda llegara a este lugar e infectara a toda la población con esa mortífera bacteria- indique
-              ¿Cómo sabes que se trata de una bacteria y no del legendario virus zombi?- preguntó Samuel Bromeando
-              Sólo es una teoría - conteste riendo - pero según mi experiencia en el tema su forma de actuar es más parecida a una bacteria que a la de un virus- agregue
-              ¿A qué te refieres?- dijo Samuel - no son lo mismo
-              Claro que no- dije respondí inmediatamente ante tal absurda comparación  - una bacteria necesita un tiempo de incubación dentro del infectado para alimentarse de la células, en cambio un virus no sería tan delicado y forzaría su entrada destruyendo todo lo que tenga a su paso para devorar el tejido vivo y reproducirse - conteste
-              Pero esas cosas infectan inmediatamente- dijo Samuel
-              Seguramente porque el tiempo de incubación se vuelve menor de infectado a infectado - volví a contestar a lo que Samuel riendo me dijo
-              Entonces no tenemos tiempo que perder tenemos salir de aquí
-              ¿Sabes cómo escapar?- pregunte extrañado
-              Claro que si - contestó el poniéndose de pie y mostrándome su espalda - solamente necesitó que me quites este chaleco de fuerza - indicó señalando con la mirada la forma de sacarlo
-              ¿Lo dices enserio?- volví a preguntar con duda, al no estar seguro si debía confiar en alguien que fue a parar al manicomio por asesinar a todo su pelotón y fue apodado "el nuevo Jack el destripador"
-              Te juró que si me quitas esto saldremos de esta celda en menos de un minuto- me aseguró confiadamente, naturalmente en una situación normal nunca se me habría cruzado por la cabeza ayudar a un asesino, pero  al no tener mucho tiempo para pensar y ante el riesgo de que los zombis en cualquier momento pudieran llegar a la ciudad tome la descabellada opción de ayudarlo a quitarse el chaleco. Lo que en verdad fue bastante aterrador para mí ya que en el instante en que se lo saque, en tan solo una centésima de segundos él se puso detrás de mí y  me aplico una llave de estrangulamiento
- ¡¡¡te voy a matar!!!- decía riendo de la manera más psicópata imaginable  mientras me apretaba cada vez más fuerte
-              ¡¡¡Sueltamente!!! - grite yo aterrado mientras me intentaba liberar de su llave estranguladora
-              jajajajjajajaja  eres un completo Idiota - me gritaba mientras me ahorcaba - ¿cómo se te ocurre liberar a alguien apodado Jack el destripador? Acaso tu madre te boto cuando pequeño - agregaba con burla, lo me hizo sentir verdadero temor y como un imbécil al liberarlo
-              ¿Que sucede?- grito el vigilante mirando hacia adentro
-              ¡¡¡¡Ayúdeme por favor....!!! - gritaba yo ante la impotencia de haber sido engañado
-              ¡¡¡Suéltalo!!!- gritaba el guardia apuntado con su arma por la pequeña ventana - o te disparo - amenazó, lo que pareció no importarle a Samuel puesto que me seguía estrangulando con más fuerza hasta que yo ya no podía ni siquiera respirar
-              Por favor... - dije yo con la última milésima de aire que podía exhalar
-              Te dije que lo soltaras- grito el guardia abriendo la puerta para ayudarme y en ese mismo instante que abrió la puerta Samuel me soltó y se lanzó contra el sometiéndolo y dejándolo inconsciente, con una rapidez increíble. Yo estaba completamente anonadado, no estoy seguro de que cara tenía puesta en ese momento pero les puedo asegurar que era la de un completo idiota desorientado  
-              Te dije que saldríamos de aquí - me dijo mientras me lanzaba la pistola del guardia y él se quedaba con el rifle
-             Casi me matas- indique intentando recuperar el aliento mientras todavía procesaba lo ocurrido  
-              Si te hubiera querido matar te hubiera roto el cuello para que ni siquiera pudieras gritar – contestó intentando bromear
- pero que considerado- respondí yo tocando mi cuello que todavía estaba rojo debido a lo ocurrido
- será mejor que nos apresuremos- añadió  indicándome con la mano que debíamos irnos sin prestarle la mayor importancia a mi descontento.
Rápidamente nos pusimos a trabajar, afortunadamente no nos topamos con ningún otro vigilante durante nuestro viaje, por lo que llegar al primer piso del edificio donde nos tenían encerrados fue bastante fácil, reconozco que tendría que haberme dado cuenta antes de lo extraño que era que solamente nos vigilara un guardia dentro de una base militar tan importante como el fuerte Scott, pero no me lo detuve a pensar mientras subíamos corriendo las escaleras desde el sótano  de la cárcel.  Al llegar al primer piso un ruido ensordecedor era posible sentir a lo lejos, el inconfundible sonido de una ametralladora
-¿Qué está sucediendo...?-  dije alarmado
- No lo sé- respondió Samuel tratando de mirar a lo lejos el origen de esa bulla- pero por lo que puedo escuchar se trata de una verdadera guerra- agrego mirando a su alrededor en busca de respuestas. De un momento a otro un montón de soldados descendieron desde el segundo piso cargados con fusiles de asalto y un montón de armas antidisturbios  
-              ¿Qué ocurre?- pregunto Samuel sin preocuparle que pudieran volver a meternos en nuestro cautiverio
-              Nos atacan unas bestias - contesto un militar cargado con una bazuca quien sin detenerse corrió hacia la salida
- Veo que el director y estela no pudieron convencer al general- indique al ver lo que pasaba
-              tenemos que ayudarlos - agregó Samuel quien sin dudarlo corrió con su rifle en mano hacia la salida del lugar para brindar su ayuda a sus antiguos camaradas, cuando repentinamente algo desde el cielo cayo  y se estrelló estrepitosamente en plena entrada
-              ¿que fue eso?- grite yo al verlo, mientras escuchaba un extraño sonido que parecía cortar el aire  
-              Creo que fue un helicóptero- contesto Samuel quien afortunadamente alcanzo a frenar a tiempo antes de convertirse en el montón de escombros y llamas que ahora era la salida - un poco más y me aplastan
-              ¡¡¡Eh chicos...!!!- gritaba una voz desde el segundo piso de la edificación donde una apertura entre las escaleras dejaba ver a estela quien nos llamaba exaltada- ¡¡¡suban!!! Esas cosas venían colgadas del helicóptero - nos advirtió con un tono apagado lo que yo no fui capaz de entender al principio hasta que Samuel sin pensárselo dos veces paso corriendo al lado mío  
-              Será mejor que obedezca esas cosas están en los escombros- indico al ver a un montón de zombis que lentamente se levantaban de entre las llamas del destrozado helicóptero con lo que yo inmediatamente obedecí y corrí hacia la escalera mientras podía escuchar como esas bestias gemían fuertemente como para dar una señal de que aquí había comida fresca
-              Rápido suban en el quinto piso el coronel Ramos nos espera - decía estela quien luego de que nosotros cruzáramos la entrada del segundo piso cerró la puerta y la trabo con una escopeta que traía para luego correr rápidamente
-              ¿El general Ritz donde esta?- pregunto Samuel siguiéndola
-              Murió- contesto ella  quien seguía corriendo  sin detenerse ni siquiera por un segundo
-            ¿¡¡porque!!?- pregunte yo
-            Es una larga historia no creo que quiera detenerse a escucharla - dijo ella mientras subía al cuarto piso cuando de repente desde el segundo piso se escuchaba como la puerta se quebraba y los zombis subían estrepitosamente por las escaleras a gran velocidad
-              Luego nos la contaras- dijo Samuel disparando hacia el costado de las escaleras donde un grupo de infectados intentaba escalar por las barandillas – primero tenemos que ver si podemos llegar  a salvo al techo - indico mientras subía hacia el quinto piso donde se encontraba  un extenso pasillo que conectaba al techo
-              Tenemos que llegar a esa puerta- índico estela al ver una puerta ubicada al final. No me atrevía a darme la vuelta para comprobarlo pero estaba seguro que los Zombis ya habían llegado al quinto piso y era posible escuchar como corrían por el mismo pasillo que nosotros  
-              ¡¡¡Corran...!!! - dijo Samuel quien dándose la vuelta una milésima de segundos disparo  hacia un extintor  ubicado a un costado del pasillo,  generando una fuerte explosión la cual afortunadamente pudo retrasar momentáneamente a la horda
-              ¡¡Apresúrense...!! - grito el coronel al vernos salir por la puerta mientras disparaba sin piedad a las alimañas que subían a la azotea junto a nosotros - rápido- volvía a decir mientras corríamos a toda velocidad lo que no impidió que una de esas cosas me pudiera atrapar, me tirara al suelo y me intentara morder la pierna
-              ¡¡¡Profesor cuidado!!! - grito Samuel disparando rápidamente y sin dudarlo ni un segundo a la cabeza del zombi antes de que pudiera lograr su cometido- ¡¡¡no tenemos tiempo para esto...!!!-  grito tomándome del cuello de la camisa para ponerme de pie
- gracias...-grite yo corriendo hasta el helicóptero, donde afortunadamente logre llegar
-              Vámonos- ordeno el coronel al ver que todos nos encontrábamos a bordo del aparato volador mientras impedía a toda costa que los zombis pudieran acercarse, lo que fue casi inútil puesto que algunas de las bestias sobrehumanas conseguían saltar y colgarse del helicóptero que se encontraba a una altura de siete metros - suéltense- gritaba el coronel golpeándolos en la cara con su arma para que se cayeran
-              ¡¡¡Malditas bestias...!!!- gritaba Gabriel mientras les disparaba para que se soltaran lo cual fue bastante eficaz
-              Esas cosas son terribles- dijo Samuel al ver como los zombis caían desde veinte metros de altura estrellándose contra la tierra y se levantaban como si nada
-              ¿Qué eran?- pregunto el coronel exaltado mientras observaba con pena la base militar completamente en llamas y donde aún se podía escuchar como los soldados se defendían disparando en contra de la horda que los invadía
-              No lo sé- conteste exhausto - pero desde mi punto de vista me gusta llamarlos zombis- agregue
-              ¿Como los de las películas?- dijo el coronel incrédulo mirándome desorientado
-              Tal vez o quizás mucho peor- conteste
-              ¿dónde está el general?- volvió a preguntar Samuel a estela quien anteriormente había evitado contestar debido a la situación
-              Murió- respondió ella nuevamente respirando forzosamente  
-              ¿qué sucedió?- pregunte yo desconcertado al no comprender lo que le había sucedido a ese altanero general 
-              Fue nuestra culpa- dijo el director
-              No entiendo- conteste
-              lo convencimos de que levantara una barricada alrededor de la ciudad - dijo estela
-              ¿No era eso lo que nosotros queríamos?- preguntó Samuel
-              Así es- contestó Gabriel - El general fue con un pelotón bien armado al límite de la ciudad para hacerles frente antes de que llegaran
-              ¿Y qué sucedió? - volví a preguntar
-              el número de muertos vivientes aumento inexplicablemente- respondió el director secándose el sudor de la frente- cuando llegaron aquí ya era una oleada cercana a los dos mil infectados la que fácilmente rompió la barricada del general - añadió
-              ¿Cómo se pudieron volver tan numerosos? - dijo Samuel extrañado, puesto que en la zona cerna  donde se ubicaba el manicomio solamente Vivian unos cuantos granjeros que no superaban las 200 personas en un radio de mil kilómetros
-              Posiblemente por el festival- respondió el coronel Ramos - Cerca de aquí hay un pequeño poblado,  donde cada año se realiza una gran fiesta bastante popular en honor a su fundador- explico
-              Lo que quiere decir es que la horda los atrapo durante la fiesta- dijo Samuel
-              Afortunadamente gracias a que el coronel tomo el mando pudimos evacuar a la población - agrego Estela quien miraba como la cuidad estaba básicamente en guerra
-              Les dije a mis soldados que detuvieran a las criaturas mientras la población escapaba- decía el coronel Ramos llorando- yo los envié a pelear una batalla que no podían ganar...yo los mate...- agrego lamentándose por no haberse quedado a pelear junto a sus hombres
-              No llores- decía Samuel
-              Pero yo los deje morir- gritaba el coronel sin dejar de llorar - a Gutiérrez, a Ramírez, a Guilson a todo mi pelotón- decía
-              Sé cómo te sientes- contesto Samuel - dejar morir a tus amigos mientras eres el único que sobrevive es difícil - indicaba mientras lo sujetaba del hombro para darle ánimos- pero es tu deber como su superior vengar sus muertes- agrego mientras observaba como ese respetado coronel se secaba sus lágrimas ante el hecho de haber perdido a sus camaradas.

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